Puede parecer otra nueva versión futurista de Romeo y Julieta.
A mi no me no me lo parece. Estas películas no son santo de mi devoción y ésta en concreto me engancho desde el principio.
El guión es bastante estable, sin perdidas de ritmo y rezuma una gran realidad. Que nadie se espere a jóvenes neoyorquinos del Bronx hablando en verso y usando palabrejas que ni los abuelos conocen.
Grandes interpretaciones de sus dos protagonistas y de Bruce Davidson, en un papel muy sufrido pero muy bien contenido a su vez.
Se trata de una película que refleja muy bien el enfrentamiento entre clases altas y clases bajas. Lo mejor de todo es que los personajes no están muy estereotipados y la gran química que une a los dos protagonistas, Jay Hernández y Kirsten Dunst.
Otro punto destacable de la película es la lucha del padre de la protagonista para que su hija no salga con Carlos (Jay Hernández), no por el bien de su hija sino por el futuro del chico de origen hispano.
Pues eso, pocos convencionalismos y mucha realidad que te golpea de frente.
Ah bueno, y algo de amor, que para eso la peli va de una parejita y sus movidas amorosas.
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