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 Bev( Drew Barrymore), encarna a una joven estudiante de instituto. Su gran sueño es convertirse en una escritora de éxito. Pero sus sueños se ven truncados por un prematuro embarazo. Su marido Ray (Steve Zahn), no puede hacerse cargo de Bev y su hijo, y se mete en un infierno de drogas y alcohol.
El titulo de la película puede condenarla a un rincón del videoclub, pues películas ñoñas y sensibleras hay muchas. Recomiendo verla antes de aparcarla en cualquier recóndito y oscuro lugar de la casa. La película ofrece momentos de crudeza con un sutil humor negro.
Los momentos finales de la película desprenden una gran moralina.
Todo el elenco actoral esta decente, sobre destacando la presencia de secundarios muy experimentados en la comedia pero que se mueven bien en este drama como es el caso de Brittany Murphy y Steve Zahn, sin olvidar a James
Woods. Drew Barrymore se desmarca un poco de títulos hechos para la galería comercial y desarrolla un gran papel, en el que refleja los pormenores de toda una vida.
Es una pena que películas como ésta pasen sin pena ni gloria por las salas, o incluso que ni siquiera pasen, pues en el caso de esta película, va muy de cara con el público y no daña muño la sensibilidad del personal, pues como he dicho antes maneja el humor con mucho acierto en situaciones dramáticas.
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