Mafalda cumple años, 40 para
ser exactos y con ella una de las historietas más maravillosas del Siglo XX. Este
personaje mundialmente famoso nació hace cuatro décadas pero trata temas que siguen
candentes en la actualidad, nos trae a casa el punto menos imaginado de cuantos problemas
han existido o siguen existiendo, por desgracia.
Solo tengo palabras de
reconocimiento para su creador, Quino. Una mente absolutamente
extraordinaria. A mi parecer un genio del humor, de la filosofía, de la sociología
porque Quino psicoanaliza la sociedad en su conjunto a través de un grupo de niños. Cada
uno representa dentro de las tiras cómicas a un sector de la sociedad, a un modo de
pensamiento, una forma de ser, de sentir. Mafalda es revolucionaria, en búsqueda
constante de la paz mundial, preocupada por el planeta tierra entero, por el papel de la
mujer, traumatizada porque su madre no es universitaria, porque a su padre le preocupan
las plantas y no las guerras.
Manolito representa a un
comerciante en estado puro, con unos pocos años sueña con ser Rockefeller y tener una
gran cadena de supermercados que supere al almacén de su padre, un empresario.
Por otro lado, Susanita el
lado maternal más puro del mundo, vive única y exclusivamente para procrear y ser una
mujer de sociedad representando a todas esas mujeres que se quedaron en el
papel rezagado que ocupaba la mujer cuando sus únicas preocupaciones eran tener hijos y
ser de clase alta, es decir, llegar a tener lavadora.
Felipe es la bondad
personificada, es del tipo de personas que son buenas por naturaleza, odia el colegio como
todos los niños, como los mayores odian el trabajo, pesimista hasta el cansancio a veces
y otras simplemente ve el lado bueno de las cosas, palabras positivas para sus amigos,
buenos consejos.
Guille, vive
dentro d una burbuja, como tanta otra gente, que no sabe lo que pasa a su alrededor y que
gasta su tiempopor ejemplo, en sentarse a esperar que la vida le de algo.
Libertad, que para empezar es
pequeñísima, odia que la gente saque conclusiones -según ella estúpidas-
cuando la conocen al relacionar su nombre y su tamaño. Y así todos y cada uno de los
personajes que aparecen en la historieta.
Esta tira nos muestra el
mundo, nos hace abrir los ojos a problemas olvidados de manera original, divertida.
Mafalda sigue sorprendiendo 40 años después de ser escrita. Es directa pero al mismo
tiempo inocente. Le pide a su padre que le explique el por qué de la Guerra de Vietnam
(que bien podría ser la de Irak) y cuando el padre le dice que eso no es cosa de niños,
ella le suplica que se lo explique sin las partes pornográficas. Mirada ingenua de un
gran problema, pero equilibrada hasta decir basta, en una clase de aritmética cuando van
a estudiar el pentágono, ella replica indignada y pide que también estudien
el Kremlin. Y como estos hay miles de ejemplos. Cada una de las historietas de Mafalda y
sus amigos es una reflexión profunda, una invitación al análisis, filosofía en estado
puro.
Mafalda,
para mí, es especial, es un mito, un ídolo. Y no exagero. No logro entender como
después de 40 años lo que dice sigue teniendo sentido. Por eso en su cuarenta
aniversario solo se merece halagos y las mayores felicidades. ¡¡Feliz cumpleaños
Mafalda!! Y gracias por tu particular punto de vista.
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