Las chicas del servicio de reprografía de la URJC de Fuenlabrada se han convertido en uno de las principales motivos de queja del Campus, parece que quieran echar un pulso a la Comunidad Universitaria, nadie está contento con el servicio, ni alumnos, ni profesores. En el servicio de reprografía queremos personas competentes que nos traten bien.
¿Qué pasa con el servicio de reprografía? La Universidad URJC presentó a concurso la adjudicación del servicio de fotocopias de toda la universidad hace unos años al que, en teoría, se presentaron varias empresas que pusieron sus condiciones sobre la mesa y fue después la URJC la que decidió cuál era la mejor oferta. Según fuentes universitarias a ese concurso sólo se presentó una empresa, curiosamente, la que tenemos en la actualidad.
El servicio de reprografía es uno de los pulmones del campus, todo el mundo necesita hacer fotocopias, por otra parte los profesores utilizan el servicio para dejar apuntes que sirven de complemento a las clases teóricas, que luego los estudiantes compramos en religiosa peregrinación en el tiempo de nuestros apreciados descansos.
Ir a reprografía se ha convertido en una aventura, las chicas que se encargan del servicio tienen una actitud desagradable con los clientes, ya sean alumnos o profesores. Hacen mal las fotocopias, los laterales de los folios salen sólo de vez en cuando; también hay días en los que no atienden a los clientes, llegando a apuntar que también hay una fotocopiadora en la biblioteca, que te vayas allí a hacerlas; no cumplen los plazos de realización de los encargos; las asignaturas optativas y de libre configuración no tienen ubicación en el tablón de claves y así hasta el infinito.
En un Campus dedicado a la Comunicación se generan toneladas de papel impreso, pero ni los alumnos, ni los profesores son culpables de ello. En el servicio de reprografía queremos a personas competentes que traten bien a los clientes y no lo contrario, vamos, digo yo.
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