..Este artículo ha sido publicado en Indymedia Madrid y enviado a Apuweb por un
compañero de la facultad. He creído interesante colgarlo para que lo leáis....

"Cuando volvamos a recorrer las calles del centro de Madrid, por la Gran Vía, por
"Sol"... ya nunca más será lo mismo.
Cuando te enamoras de alguien o algo, de una persona, de un tema, de un autor, de un
trozo de planeta... se supone que cambia "la lógica"... hay -si se podría
decir así- algo que te arrastra, una "belleza" incomparable que te posee,
aunque no necesariamente te "atonte". Nos hemos enamorado de "las
calles", pero no para romperlas, obviamente, ese "no es el fin". Hemos
visto a "las calles" y mucha gente se atrevió a hablarlas por primera vez,
tímidamente unas veces, otras con desparpajo... y no nos hizo falta una cita, sólo las
ganas de vivir. Ya les hemos confesado que las queremos y esta honesta declaración, este
"para siempre" que sobrevuela entre cientos de miles de personas por el planeta
no nos queda otra que plasmarlo: no queremos citas, no queremos floripondios, queremos
vivir esta relación, no acaba ni de empezar.
Igual que puede que quizás muchos amores, muchas aficiones, relaciones, vidas, se
frustren en su mismo comienzo debido a la plaga del siglo, esto es, al predominantemente
inútil trabajo asalariado que ni nos realiza ni nos da de comer, nosotros hemos tenido
que enfrentar el mismo problema: el trabajo asalariado de unos desgraciados funcionarios
que son pagados para dejar rastros de goma y sangre en las calles, adrenalina y terror en
los cuerpos.
Contrariamente a -por ejemplo- el amor del tipo más zafio de entre los "de
pareja", en este caso se trata de un amor que, a su vez, quiere enamorar, quiere que
dejemos de ver violencia en las dichosas "flechas de Cupido" y que todos nos
montemos sobre ellas en un-viaje-interminable-que-nunca-empieza. No hay ningún motivo
para irse de las calles, cuando somos cien mil, doscientos mil, un millón... ya lo hemos
comprobado, los otros días, nosotros, todos, unos quizá felices, otros quizá aburridos,
quizá hartos... ya lo comprobamos: el amor no casa con la violencia, pero, si hace falta
ya lo vísteis, estamos dispuestos a "defender" las manifestaciones de estos
terroríficos antidisturbios, somos muchos.
No es por ponernos paranoicos, pero a las empresas, a las familias, al estado... no
"les gusta" el amor. Lo vísteis, no es bueno -para algunos- el
"reunirse", hablar y andar libremente... la felicidad de más de dos no es
"buena", menos si engloba a calles gigantescas de por sí
"incontables"; ¿por qué será? A veces lo más simple no se entiende, lo más
fácil está a la vuelta de la esquina y no se ve. Las manifestaciones, estos movimientos,
son -por antonomasia- los que nos pueden "aclarar", y por eso son oscurecidos
por los "de azul" de siempre. Bien sabréis que los propios policías tienen
destacamentos que son versiones policiales de lo que ellos llaman "manifestantes
anti-sistema", violentos policías vestidos "de paisano". Los sueltan y con
ello, con la excusa de que hay violencia, tras unos cuantos palos nos vuelven a depositar
-con o sin temerosas pero quizá renovadas esperanzas- en casita, "con mamá y
papá", con "la familia"... en definitiva, con el "nihilismo
estructural" con el que todos inevitablemente convivimos y que unos -o nosotros
mismos según el ánimo- se atreven a veces a (mal)expresar tal que así: "no, si al
final no se consigue nada, es muy difícil", como dando a entender que es "una
tontería".
Muy bien, tú que dices eso, díselo a las esquinas enamoradas, diles que es una
tontería que hay gente que las quiere, que las quiere pintar, poseer, compartir, dímelo
a mí, que estoy enamorado de una... aunque quizá haces bien y tengamos que empezar por
ahí, no lo sé, quizá haya que gritar lo que nadie dice: esa especie de "me da
igual todo": "ME DA IGUAL LA NIÑA MUTILADA DE LA FOTO DE "EL MUNDO"
", ME DA IGUAL QUE MUERAN cientos de miles de personas, me da igual el desastre
ecológico-humano que suponga cualquier cosa... decidlo, sin miedo, pero ante el espejo,
por favor; luego no os peguéis un tiro de la pena que os daréis, resucitad y acercaos a
vuestra esquina preferida de vez en cuando, y si os atrevéis dejaos contagiar el amor,
salgamos cada vez en mayor número, más organizadamente, hablemos.
Por eso, porque nos da igual todo, porque nos da igual lo que digan estos empresarios
fascistas disfrazados de pollítico, con corbata, nosotros, la gente, vamos a crear una
inteligencia infinitamente comunicable de lo que es este nihilismo estructural, este
nihilismo de tantas caras, estos nihilismos que a veces se complementan: los enfangados en
un lado banalmente "asocial", en un lado muy poco constructivo, los del otro
extremo nihilista-estructural, este que no quiere decir que "todo da igual" y
que al no decirlo no se da cuenta de que es una soberana tontería (quizá porque puede
que no se haya querido dar cuenta de las estupideces que constituyen tantos y tantos
aspectos de lo que nos rodea...).
En las manifestaciones, en estas grandes oportunidades que hemos tenido, que tendremos
y que muchos ya habréis aprovechado en su dimensión "micropolítica" (por
ejemplo echándoos una novia más de moda), nos hemos juntado muchos "tipos" de
personas -como se suele decir- y a las calles -no es por ponerme obsceno- les ha sentado
muy mal el que no volvamos prontito en masa: ellas quieren un macro-político-acoplamiento
constante -que como en todos los sexos y naturalezas, las hay que son muy pesadas, ellas
lo son- y tienen razón: no existen sólo "las personas", no hay sólo
"tipos" de personas, también hay los colectivos y ahora -y antes- tenemos unos
que hay que destrozar simbólicamente: no son otros que los ejércitos, las empresas, y me
temo que las "Familias", que, como simple y llanamente nos recordaba hace poco,
recién venido de Irak. el buen escritor Santiago Alba Rico, son incompatibles con la
Democracia, osea, con la vida.
Lo que todos compartimos en este lado del planeta, no es otra cosa que el amor al
"saber", amor a poder vivir y "saber" que estamos enamorados, a poder
decirlo, a poder seguirlo; el amor a poder un día "conocer" nuestras calles,
disfrutar y compartir al máximo la inmensa riqueza que esconden nuestras mismitas
culturas -en sentido amplio-, esta maravilla plural, que hemos construido tras miles de
años y que, debajo de la enmierdada capa de ETT's, trabajos estúpidos, sistemas de
enseñanza clasistas y absolutamente insensatos... por debajo de estos nuevos regímenes
estúpidos, neoliberales, neofascistas y neogenocidas, continúa, a duras penas,
gritándonos: "¡ imbéciles !, las máquinas, la técnica, no "están
hechas" -por si no lo sabíais- para conseguir esta bestialidad que tanto os hace
sufrir; dejad de "trabajar" por y para la muerte y el despilfarro, no seáis
memos; no hace falta".
Y a esto sólo podemos hacer caso "en colectivo". Así que incluso, ya que
estamos, pongámosles unos cuantos los cuernos a las calles y la próxima hagamos de un
estadio de fútbol un encierro eterno, hasta que se acabe lo suficiente toda esta tomadura
de pelo. |